hummm....

Una vez tuve un sueño y soñé, que Benedetti estaba dentro de mi cabeza, que todo era casual, personal e intransferible, todo evocaba a un mañana mucho mejor que el ayer pero menos sabroso que el ahora.
Una vez soñé y dejé de soñar para vivir, la maraña. La multitud a mis espaldas bien subida con mi estimable ayuda, cayó, y no volvió a subir.
Borracha sin pensar en las resacas. Ranchos largos y anchos.
Una vez tuve un sueño, y no me hizo falta soñarlo más.

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