Bocanada de aceite fresco,
abrazo a un cacto con todas tus fuerzas,
gelatina en los ojos,
y cuando creas que ya no puedes estar más feliz,
un buen piano de cola,
sobre tu cabeza.

Inexplicablemente..fun fun fun.

Soy una de las muchas personas que ha logrado montar un mueble del ikea,aunque no se vea como en la teoría, que ha perdido el abono transporte el día 4 del mes, que ha instalado un programa para bajar películas que dejó de funcionar, que instaló otro y sólo bajaba porno, que cuando bajó una película estaba en inglés, que llevó tanga con medias que se trasparentaban en un día de aire, que cuando alguien se le colgó de la espalda cayó como un fardo aplastando la sorpresa y al humano, que empezó a fumar con nobel, se mareó y continuó, que se pasó a malporro, que lo dejó-y no volvió a fumar ni en las bodas-.
Soy una de muchas que se empezó a maquillar con sombras verde botella, que usaba camisas de cuadros y las combinaba con pantalones de rayas, que se enamoró de alguien que no le hacía caso, que se enamoró de alguien que le hacía más que caso, que dejó, a la que dejaron, que continuó, que tiene titulitis y curriculitis y hace cursos y aprende y desaprende.
Soy una de tantas personas que se duerme en el autobús, que sonríe cuando una hoja de un árbol va deslizándose por el aire hasta el suelo, que mira al sol directamente y luego se encabrona porque no ve, que tiene su pose inamovible en las fotos y siempre sale con la misma cara-favorecida claro-sin importar el contexto, que se ríe en estallidos que sorprenden al resto e incluso producen algún que otro percance, que llora en silencio, con lagrimones de cocodrilo, que llora de rabia, que susurra que grita que piensa,a veces intensamente, que se machaca que se perdona, que se estima y se aguanta, o no se aguanta y sale a mirar árboles.
Soy una de esas personas que dijo"se acabó" y continuó, que dijo "se acabó" y terminó, que dijo "no me volverá a pasar", y no le pasó, aún, que empezó a escribir un blog, que se emborrachó para olvidar, que se emborrachó para envalentonarse, que se emborrachó sin darse cuenta, que se emborrachó de vida y se dio miedo, que disfruta de las cosas pequeñas y los grandes viajes, que no usa el gancho de izquierda pero sí la sonrisa, que tiene golpes brillantes a veces, que quiere, y a la que quieren.
Muy pocas cosas nos diferencia del resto, de hecho, sólo diferenciaría una, la esencia, y distinguiría dentro de ella dos actitudes, de amor y de miedo.
Vamos de una a otra, en todas sus manifestaciones, oscilando.
Enriquecen ambas dos, pero, satisface una más que la otra.
En la única cosa que creo me distingo, es que nunca se que color llevo con seguridad y que mis remiendos llevan hilos que no tienen que ver con el tono de la tela.
Pregúnteme de qué color es ese coche, o el color de mi camiseta, que rara vez acertaré.
En fín, a todo se acostumbra una.