De lunes y varios.

Lunes por la mañana, pantalones veraniegos de pata ancha, bolsa en mano de plástico, tarteras varias, yogures y albaricoques dentro.

El autobus está en la parada, a punto de salir.

Corro, bueno, doy dos zancadas, a la tercera, el pie derecho se me engancha con la pernera izquierda, el pie izquierdo da un quiebro y me veo a cámara lenta cayendo de lado..¿?(todavía no averiguo cómo es posible caer así) y en plancha, y sin soltar la bolsa ni movérseme ni un pelo.

Lo siguiente que veo es a una mujer corriendo con cara de estar pensando "se ha matao se ha matao" y a un hombre también acercándose a mí con cara de "pero cómo cojones has caído así".

Un rasguñito en la rodilla na más, esto de hacer deporte me está dando la capacidad de rebotar en el suelo sin sufrir daños, mencanta!

Pues eso, que la señora y el perro semiahogado por los tirones de su dueña y el señor me miraron raro cuando me levanté riéndome a mandíbula batiente y al autobusero le tuve que dar verguenza ajena, porque casi cuando llegaba va el tio y arranca,dándome tiempo a descubrir que uno de los yogures a reventado y está toda la bolsa impregnada de olor y sabor a limón.

I hate mondays.Pero este empezó muy divertido.^^