Que si quieres un tinto...

La vida sigue su curso, los días pasan, las personas se ocupan de sus asuntos, la tristeza se asoma de vez en cuando, se derrama y expande hasta el agotamiento para dejar paso a la calma y al distanciamiento emocional.

Qué curioso esto del duelo, qué intenso es el dolor cuando pierdes a un padre, qué punzante, abrumador, oscuro, insondable y profundo entra en tí.Haciendo un agujero que, sabes no se llenará nunca más.


Y lo que encabronan los trámites burocráticos que hay que hacer cuando sucede algo así.Las ganas de zurzir caras con la palma izquierda así de refilón..que se me ponen a veces.

En fín, entre unas cosas y otras, ha pasado un mes.Unos días.Unas horas.Nada.

Te quiero.Te ADORO.

Siempre has sido mi luz, siempre me aceptaste tal cual, no te olvidaré jamás.

Espero verte algún día, en mis sueños.

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